jueves, 28 de mayo de 2009

Carta de 3er año.

Compañeros:

A continuación publicare la carta de los compañeros de 3er año (bajo la autorización de ellos), esta carta también esta en sintonía con nuestras inquietudes sobre de los problemas que hay con la carrera.

También les recuerdo que pronto, muy pronto, tendremos un circulo de integración donde discutiremos los puntos planteados por nosotros. Los invito a reflexionar sobre la importancia de esta instancia, para que dejemos la anécdota de lado y presentemos quejas y sugerencias que estén al nivel de la discusión.



Juan O.
IV año.


Estimada Comunidad Universitaria:

El día miércoles 13 de mayo, en conjunto con los compañeros de primer, segundo, tercer y cuarto año de la carrera de pedagogía en inglés, convocamos a un paro de actividades, con motivo de generar una instancia de reflexión acerca de la ELAB en conjunto con los estudiantes que decidieron formar parte de este encuentro.

Esta carta tiene como propósito exponer a la comunidad de nuestra carrera, pedagogía en Inglés, las problemáticas a las que nos hemos visto expuestos como estudiantes y futuros educadores, así también para proponer posibles mejoras al actual sistema de la ELAB, de nuestro desarrollo profesional docente.

Desde una mirada general, consideramos que se da una cierta incoherencia por parte de la universidad con nuestra formación profesional. Al referirnos a incoherencia, queremos decir que si bien el perfil del docente propuesto por la universidad posee como principales características el que: “El profesor de inglés, en Enseñanza Básica y Educación Media, recibe una sólida formación donde la responsabilidad y el compromiso con la sociedad son fundamentales” En este sentido, la mirada país que entrega la universidad por medio de sus cursos de reflexión son piezas claves para nuestra formación como profesionales críticos y reflexivos, como actores de cambio. No obstante, nuestra formación se ve entorpecida por la desorganización por parte de la malla curricular, ya que, si observamos la organización curricular nos podremos dar cuenta que se produce una desnivelación entre los ramos de especialización disciplinar y los ramos reflexivos asociados a la disciplina, en este sentido, la universidad da mayor énfasis a los ramos de especialización en lugar de lograr un equilibrio entre ambas, de ésta manera impide que se logre el perfil de egreso que la universidad propone.

Así mismo, consideramos que el principal problema en nuestra experiencia laboral es la mala organización de la misma, teniendo en cuenta que el sistema de créditos fue creado con la finalidad de lograr una mayor movilidad estudiantil universitaria, somos concientes que la universidad consideró éste tratado como una mejora en el proceso de acreditación 2009, como también, somos concientes que para evitar una sobre exigencia académica se establece 60 créditos como el límite de carga académica que un estudiante puede tener cada semestre.

Acorde a lo anterior, el creditaje que tenemos actualmente por la carga académica es 60 créditos, si lo traducimos a un cálculo matemático, en el que se presenta la cantidad de tiempo que el estudiante dedica a horas pedagógicas tanto dentro de la universidad como fuera de ésta para cada uno de sus cursos, el creditaje que se otorga al curso debiera depender de la cantidad de horas pedagógicas. Sin embargo, esto no sucede en ELAB, ya que, posee 17 horas semanales sin contar las horas externas (realización bitácora, trayecto, trabajo pedagógico externo, entre otras) y su creditaje es de 6 créditos, lo que consideramos inaudito en comparación al tiempo que permanecemos en la institución escolar. En relación a lo anterior, proponemos como solución una disminución de las horas acorde al creditaje establecido.

En segundo lugar, nuestro enunciado alude a la falta de coherencia que existe por parte de los tutores con el documento que llamamos “Bitácora”. Esta tiene como finalidad lograr un registro crítico reflexivo de las experiencias vividas en la institución escolar de la que formamos parte. Para ello realizamos una descripción de las actividades realizadas dentro de la misma y también la elaboración de preguntas que surgen a raíz de ésta. Creemos que existe una falta de comunicación y/o coordinación entre tutores y el documento, ya que no se comparte el mismo criterio en la evaluación o feed-back que recibimos por parte de los mismos, lo que absolutamente afecta nuestro proceso de formación. A raíz de esta situación, compañeros de tercer año se han enfrentado a una cierta prohibición en términos de reflexión dentro de este documento, y también ha habido otros a quienes se les ha abalado su grado de reflexión expresado en este documento.

Es por esto que consideramos de suma urgencia instancias de conversación entre tutores y experimentadores, que exista un horario donde podamos acercarnos a ellos a hablar acerca de nuestro desempeño en los respectivos establecimientos, y también reuniones esporádicas, donde tutor y estudiante logren un dialogo acerca de nuestro cometido en las instituciones educativas de las que formamos parte, y podamos lograr una mejora por parte de nuestro desempeño como profesionales.

Así, consideramos de igual relevancia los procesos que se dan dentro de la experiencia laboral, y dentro de ésta hemos advertido situaciones que no nos quedan claras del todo:

De momento en que la universidad establece una relación con la institución escolar, creemos que se excluye a los estudiantes de las experiencias laborales cuando hablamos del contrato, seguridad y funciones. Sentimos que existe una importante falta de coherencia por parte de la institución universitaria, en cuanto a que es ésta la que propone al estudiante y futuro docente que confiera instancias de comunidad. Pero si recordamos lo que plantea Marcia Prieto en su libro “Mejorando la calidad de la educación” (2001), una comunidad educativa es participativa y democrática, integrando a todos sus miembros. Creemos que nuestra carrera no logra estas instancias, es decir, uno de los principales actores dentro de la ELAB somos los estudiantes, y paradójicamente no nos sentimos partícipes de éste proceso, al menos hasta ahora.

Ahora bien, siguiendo la línea de nuestra formación, creemos que la malla curricular no aborda la reflexión completamente. En este sentido, hacemos alusión a la ausencia de ramos de reflexión durante el segundo semestre de tercer y cuarto año. Nos sentimos realmente frustrados al darnos cuenta que el “Taller de Reflexión sobre la Práctica Educativa” no pertenecerá a nuestra organización académica, ¿A qué se debe esto? Entendemos que este curso es vital en lo que respecta a nuestras Experiencias Laborales, es en este tipo de asignaturas donde somos capaces de interpretar y analizar problemáticas vividas en nuestros establecimientos, es aquí donde expresamos lo que creemos, sentimos, pensamos, de lo que nos acontece en las experiencias, muchas veces no sabemos cómo darle sentido, o cómo abordar ciertas situaciones que nos ocurren en las escuelas, y nos vemos en la necesidad de formar diálogos entre compañeros fuera de clases, ya que, las instancias dialécticas dentro de la universidad son nulas.


De esta manera, durante las clases intentamos expresar y deliberar de manera exhaustiva nuestras reflexiones, no obstante, sentimos que la universidad en cierta medida coarta nuestras iniciativas de reflexión ¿Por qué se nos priva de una instancia de reflexionar formalmente acerca de lo que sucede en nuestras ELABs? Creemos en la formación dual del que nos habla el proyecto de nuestra carrera, creemos en el perfil de egreso del profesor de Inglés de la UAH, pero como hemos visto a lo largo de estos tres años, una experiencia, una práctica sin teoría se queda en nada, es por esto que se nos hace tan importante y necesario, si queremos ser profesores y estudiantes críticos y reflexivos, tener instancias de reflexión acerca de lo que nos sucede, esta instancia es taller de Reflexión, no subestimemos esta palabra.

Para finalizar, queremos dejar de manera explicita el porque de nuestras inquietudes y peticiones. Un gran número de estudiantes están sufriendo de manera significativa las repercusiones de nuestra carga académica en términos de horario, de esta manera, se ha visto perjudicada nuestra integridad física, enfermedades tales como: stress, depresión, colon irritable, problemas de visión, entre otras, son comunes dentro del estudiantado. En este sentido, creemos firmemente que los estudiantes necesitan un cambio favorable a la integridad física de cada uno.

En conclusión, como estudiantes de tercer año de pedagogía en Inglés creemos en el proyecto dual de la Universidad Alberto Hurtado, no obstante, tenemos la clara convicción que, son necesarios cambios urgentes en la carga académica para así lograr un conciente proceso de formación tanto profesional como personal mediante el cual podamos relacionarnos cien por ciento con nuestra experiencia laboral dejando al margen las preocupaciones académicas excesivas, que experimentamos en nuestro diario vivir.

Esperando que este escrito sea considerado como una contribución en términos de mejora, para nuestra universidad, nuestra carrera y los futuros estudiantes.

Cordialmente
Tercer año 2009, Pedagogía en Inglés.

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